Dolor crónico
Tengo ratos ligeros en los que me doblo sin quejidos, siento las articulaciones pomposas como un tutú y hasta los vencejos me agradan. Cuando la túnica negra y plomiza del dolor me envuelve, convirtiéndome en un paraguas oxidado, atascado, inservible, incluso la elegancia de los cisnes se me antoja insufrible.
Esta es mi participación para el reto Emociones en 50 palabras (septiembre).
Microrrelato de 50 palabras (sin contar el título). La imagen me hizo pensar: ¿Y si estas dos mujeres representaran la vida de una que sufre dolor crónico? Así surgió el texto, una muestra de sus ratos buenos y sus ratos malos.
Es genial, Laura!!!! Has mostrado las dos caras de la enfermedad de forma maravillosa. Este mes me lo estáis poniendo muy difícil.
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¡Muchas gracias! Eso es muy bueno, el nivel sube y aún queda mucho mes por delante 😜
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Muy bueno, Laura. Escrito con tono poético, muestras las contradicciones que supone la dedicación al ballet. Un abrazo
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Muchas gracias, Mayte, no lo había visto con esa perspectiva, lo escribí pensando en los ratos buenos y malos de una persona con dolor crónico, pero tu interpretación me encanta. De hecho, una de las cosas que más me gusta de escribir es cuando los lectores me cuentan sus interpretaciones tras leer un texto y a mí jamás se me habría ocurrido verlo de esa forma. Mil gracias 😍
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Y es que el ejercicio intenso y prolongado tarde o temprano, nos pasa la factura. Abrazo grande.
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Así es, ni mucho ni poco. Un abrazo.
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