Lo del bloqueo era verdad

Me siento ante el ordenador y no soy capaz de escribir, ni siquiera de abrir el archivo en el que ya tengo escrita la primera parte de la novela. Quiero continuar, pero, por alguna razón, no puedo. ¿Cómo empezó todo esto? ¿Cómo he llegado a esta situación y qué es lo que la mantiene?

Lo del bloqueo del escritor siempre me había parecido una cosa para otros. Pensaba «si tienes algo que decir, no hay bloqueo posible, simplemente te sientas y lo dices». Pues bien, ahora tengo mucho que decir, una historia completamente estructurada, y no me sale ni un renglón.

Lo del bloqueo era verdad
Así están mis ideas: arrugadas.

Todo empezó en marzo. Cuando llegó el confinamiento a España, hacía diez días que había inaugurado mi centro de psicología y había publicado mi novela Hasta luego, futuro. Todo al mismo tiempo, como si una cosa no fuera suficiente. Me pareció una coincidencia bonita, ya que no había sido premeditado, de hecho, el centro tenía que haberlo abierto unos meses antes, pero las obras se alargaron, como siempre. Mis dos granes ilusiones de este año vieron la luz con uno o dos días de diferencia y la oscuridad esa misma semana.

Se paralizaron las ventas del libro, las presentaciones, las firmas de ejemplares. Se paralizaron las citas presenciales (aunque mi clínica podía permanecer abierta, ya que es un centro sanitario) seguí yendo a desempeñar trabajo interno y, simplemente, dejé de leer y escribir. La incertidumbre, la decepción, el miedo, ¿podemos decir que fue el origen del bloqueo?

Pasé semanas de altibajos literarios en las que salieron algunos relatos, algunas historias, algunas lecturas, pero a un nivel mucho más bajo del que estoy acostumbrada.

En mayo recibí un gran empujón, mi relato La canción del huerfanito, ganó un segundo premio en el concurso Nuestros Mayores que organizó Zenda. Este relato cuenta un trocito de la vida de mi abuela y me dio el ánimo definitivo para embarcarme en mi siguiente novela, un proyecto que siempre he tenido en mente: contar la historia de mi abuela. Así que comencé y me puse una fecha: terminarlo en septiembre. Nunca había hecho eso de ponerme fecha de entrega, pero quería presentarlo a un concurso concreto. ¿Puede haber contribuido esta presión al bloqueo? Es posible.

Lo del bloqueo era verdad
Mi alter ego viendo que para septiembre no termina.

Al principio todo fluyó bastante bien, escribí y escribí y terminé el borrador de la primera parte (la novela se divide en tres partes). Pero a partir de mayo también se reactivó el trabajo, llegaban cada vez más casos a la clínica, me acostaba agotada y por la mañana no era capaz de levantarme a escribir (normalmente escribo de 6:00 a 8:00). Perdí mi hábito de escritura diaria.

¿Y ahora qué pasa? Por suerte tengo mucho trabajo en la clínica y casi todo es de tarde, así que puedo pasar las mañanas en casa, excepto los lunes. Me he propuesto empezar a madrugar como antes y retomar mis horarios de escritura. Unos días lo estoy consiguiendo y otros no. A veces encuentro nuevas excusas: pintores por casa, cansancio, ruidos…

Pero hay retos que ayudan a terminar con el bloqueo, ejercicios de desbloqueo para escribir, a mí participar en Escribir Jugando siempre me ha dado una dosis de creatividad y este mes ha actuado como un bálsamo, porque la satisfacción de escribir este cuento me ha devuelto la confianza, ahora sé que simplemente tengo que sentarme cada mañana delante del ordenador y volver a teclear, retomar el hábito, sin excusas.


¿Algún consejo sobre cómo salir del bloqueo del escritor? ¿Habéis sufrido un bloqueo de escritura alguna vez? ¿Cómo salisteis?

9 comentarios en “Lo del bloqueo era verdad

  1. Yo no soy propiamente un escritor pero si la Musa se ha ido sin avisar, al ser tan caprichosa como libre, de igual manera acabará volviendo. Las miguitas de mientras son picar aquí y allá leyendo y escribiendo cositas. Obsesionarse con su ausencia no acorta el tiempo pero si mortifica la espera.
    La vida a veces es empujada por una cadena de casualidades 🖐🏼

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  2. Hola, Laura. Más allá de factores personales como los que comentas, un bloqueo es un síntoma de que algo falla en la construcción de la historia, y justo en el punto en el que estás bloqueado. Escribí sobre ello en mi blog. Puedo estar equivocado, por supuesto, pero el solo hecho de enfocarlo así ya me ayuda a salir del bloqueo 😉 ¡Saludos!

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  3. Buen día, Laura. Imagino que yo no me tomo escribir demasiado en serio. Ayuda tener una rutina pero, a veces, se hace duro encontrar el estado mental adecuado cuando el momento no es el correcto. Yo lo tengo claro: entre escribir y leer… leer, leer y leer. No garantiza resultados pero, al menos, consigue quitarme el agobio de encima. Un saludo.

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